#navbar-iframe { opacity:0.0; filter:alpha(Opacity=0) } #navbar-iframe:hover { opacity:1.0; filter:alpha(Opacity=100,FinishedOpacity=100) }

EL GRAN MUNDO DE LOS ANIMALES

Todo sobre los animales en general. Defendamos sus derechos, ellos q nos dan tanto a cambio de tan poco ....

Mostrando entradas con la etiqueta conducta. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta conducta. Mostrar todas las entradas

ENTENDER A NUESTRO GATO (LENGUAJE Y COMPORTAMIENTO)

Como el gato no entiende nuestra lengua, se concentra en los movimientos, la postura y el estado de ánimo de las personas. Muchos gatos pueden comprender tan bien a sus amos, que algunos propietarios piensan en transmisión de pensamientos. Si la persona se comporta como espera el gato, éste le dedicará toda su atención. Tú mismo podrás descubrir rápidamente, observando con atención los gestos, la posición del cuerpo y la postura de la cola, en que estado de ánimo se encuentra tu gato.Algunos comportamientos del gato ante el hombre proceden de su instinto innato, su comportamiento natural como gatito ante la madre y su comportamiento sexual

No es complicado llegar a descubrir todo un universo en el lenguaje de los gatos.


Comportamientos más relevantes


• Toma de contacto amistosa: El gato demuestra esta actitud frotando las mejillas o la nuca contra las piernas de la persona y arrimándose a ella con la cabeza levantada o lamiendo las manos o la cara de su persona.
• Irritación: Se puede reconocer porque mueve la cola, se encoge, baja las orejas, bufa y se le eriza el pelaje.


• Lamer: Durante las primeras semanas, la madre lame a conciencia la región anal de sus crías. Sólo gracias a este masaje, los gatitos podrán eliminar los excrementos y su orina. El gato lame a los gatitos, pero también una gata a quien hace la corte, como muestra de ternura. Lamer el rostro y las manos de una persona también son gestos amistosos que se originan en los instintos de cuidado y sexuales.
• Pataleo o amasado: Mediante el pataleo en las tetas de la gata, el gatito estimula la salida de la leche. Este comportamiento ante una persona se debe interpretar como una demostración de profunda confianza. En realidad más que un pataleo, es un suave “masaje” que el gatito realiza presionando con las patas delanteras.


• Ronroneo: El gato demuestra su bienestar ronroneando. Esto no permite suponer que el gato esté sano, pues los animales enfermos también ronronean. Los gatitos empiezan a ronronear muy pronto, cuando maman satisfechos en los pezones de su madre.
• Rodar por el suelo: La gata muestra su conducta sexual natural también ante una persona. Le acerca su parte posterior y empieza a rodar por el suelo ante ella.


• Jugar: Un gato pone a prueba jugando su comportamiento social y combativo (por ejemplo, en las luchas de rivalidad). Como compañero de juegos, utiliza a su madre, sus hermanos, a presas como los ratones o las ratas, pero también acepta a las personas como compañeros de juegos.
• Miedo y defensa: En un gato doméstico, este comportamiento casi siempre es provocado por una mala actitud de las personas. La defensa y el ataque son reacciones de miedo en una situación sin salida. Cuando, por ejemplo, se arrincona, se encierra en una jaula o se sujeta a un gato, éste se siente amenazado. En primer lugar, se le eriza el pelaje; después, se lanza al ataque y se vale de los dientes y las uñas. Pero también entre gatos se producen agresiones, como en las peleas entre gatos y los conflictos territoriales, que a veces terminan de una manera cruenta.
• Instinto de caza y captura: El gato es un animal depredador. Cuanto más tiempo pase sin que tenga oportunidad de desahogar su instinto de caza, tanto más bajará su umbral de irritación. Por eso, reaccionará al jugar con una pelotita con la misma atención que si se encontrara ante un ratón. Si la pelota sale rodando, esto provocará inevitablemente que el gato la persiga e intente atraparla. El gato considerará un sustitutivo de la presa incluso a la mano de la persona de confianza, si ésta se aparta rápidamente del animal. Por lo tanto, hay que ir con cuidado al jugar con el gato, ya que, de lo contrario, uno se puede llevar arañazos.



• Comportamiento de huída: Si el gato, por ejemplo, se ha escapado de casa, nunca deberás perseguirlo inmediatamente para atraparlo. El gato no puede correr durante largas distancias. Al cabo de poco, buscará lo más rápido posible un lugar donde esconderse. Por lo tanto, quédate tranquilo, no pierdas de vista al animal hasta que deje de huir y se pare. Entonces, podrás acercarte a él lentamente y finjir que no lo ver. Cuando estés cerca de él, háblale tranquilamente e intenta acariciarlo con movimientos suaves y finalmente cogerlo.


Problemas de conducta de los gatos


Algunas veces nuestros gatos se ven afectados de un comportamiento maniático, que puede ser divertido, y nos hace sonreír, pero otros pueden ser mas serios, pudiendo llegar a veces a afectar la salud del animal. Afortunadamente los casos extremos son raros.


De estas manías, una de las mas graves, es el chupar lana. Este comportamiento maniático, es bastante preocupante, primero para el gato, porque ingiriendo hilos de lana, puede provocarse una oclusión grave, necesitando a veces de una intervención quirúrgica. El gato no satisface esta manía, sólo chupando un calcetín o un pedazo de manta, sino que es capaz de abrir cajones y armarios para saciar su manía. Afortunadamente esta manía es bastante rara y por lo general ocurre en siameses.
Otra manía patológica, es la tendencia excesiva a limpiarse ciertas partes del cuerpo. La actividad de limpieza es un comportamiento esencial de los felinos, y es muy importante pues puede representar hasta el 30 o 40% de las actividades psíquicas del gato doméstico.
Si este comportamiento se deteriora brutalmente, pueden dejar una parte de su cuerpo totalmente desnuda. Por lo general estas lesiones se sitúan sobre la cara interna de los muslos, a lo largo de los miembros posteriores o sobre el bajo lomo.
La piel, puede estar ligeramente irritada, pero por lo general ninguna lesión cutánea. Este tipo de patología es denominada neurodermatosis, que es una patología del comportamiento, ligada al estrés y la ansiedad. Este estrés puede desencadenarse con el cambio de residencia, la llegada de un nuevo ser humano o animal al hogar, atención excesiva al animal., o cualquier factor que perturbe su equilibrio. La explicación es que la limpieza tiene un factor calmante para el animal normal, y en caso de angustia, la necesidad de calmarse aumenta, y entonces el gato aumenta su actividad de lamerse. La manía puede desaparecer espontáneamente, o se remedia si puede identificarse el factor desencadenante.
Otra manía, como en algunos humanos, es morderse las uñas. Aunque esta actividad no es totalmente maniática, demuestra necesidad de entretenimiento. Tiene pocas consecuencias, pero denota un pequeño grado de estrés.


Una forma similar de esta afección se encuentra en algunos que muerden de forma intensa el extremo de su cola y llegan a crearse lesiones sudorosas o hemorrágicas. La causa de esto también parece ser el estrés del gato. Algunas veces una lesión o irritación local, puede precipitar el proceso que se convierte en manía.
Además de estas manías que pueden traer problemas de cierta importancia, los tiene pequeños caprichos y manías que pueden ser graciosas para nosotros,, y no son mas que comportamientos repetitivos que un gato en perfecta salud y equilibrio psíquico, puede inventar, y que repiten a lo largo del día o cuando les apetece hacerlos.
Así hay quienes acechan las piernas de sus amos, lo cual es una persistencia de su instinto depredador, otros esconden cosas, o tiran objetos de los muebles o esconden objetos en algunas partes de la casa, o traen objetos de la calle. Estos comportamientos particulares, les mantienen ocupados y les tranquilizan, sólo se convierten en manías en algunos casos, y realmente sólo es necesario intervenir en algunos casos extremos, el resto del tiempo lo mejor es dejarlos desarrollar los caprichitos que les mantienen ocupados, les reafirman y les calman.


www.comportamientoanimal

EL LENGUAJE DEL PERRO (CONOZCAMOS MAS A NUESTRO AMIGO)

Si se observan atentamente las reacciones del perro, el amo podrá llegar a conocerlo lo suficiente como para adivinar con bastante exactitud qué le sucede, qué quiere transmitir con tanta insistencia o qué es aquello que está ocultando, que también es posible. Para aproximarse lo más posible y acertar en la interpretación, convendrá analizar las señales más significativas.


¿Qué significa esa forma de ladrar?


Un perro que no ladra es como un radio sin altavoz. La potencia del ladrido constituye una valiosa fuente de información: los tonos bajos representan amenazas, principio de ataque e, incluso, rabia. Sin embargo, también hay que considerar el tipo de actividad: si está jugando, un ladrido bajo podría ser síntoma de diversión. Por ejemplo, el ladrido agudo y corto durante la disputa de un objeto significa que está concentrado y que su objetivo es, sin duda, ganar la partida. Por otro lado, cuando la modulación es alta, se intuyen situaciones de dolor, miedo o, incluso, alegría (como cuando adoptan un tono casi "cantarín")
En cierto modo, el perro emplea el tono de manera similar al hombre: utilizamos un timbre bajo cuando estamos tristes, sonoro en los enojos y alto cuando se expresa dicha o algún otro sentimiento de satisfacción.


También es importante valorar la frecuencia y duración de los ladridos. Si estos son largos y distanciados entre sí, lo más probable es que el can esté loco por ponerse a jugar; y si además esta actitud va acompañada de movimientos rápidos o pequeñas carreras, no hay duda, necesita salir a la calle. Por el contrario, si los ladridos son rápidos y continuados, es posible que intente comunicar su preocupación y nerviosismo.
 Conviene saber que:


El saludo consiste en uno o dos ladridos, agudos y breves, pronunciados en un tono intermedio.


Una situación de alerta provocará en él modulaciones continuadas y rápidas, siempre en un tono intermedio. De esta forma anuncian que algo o alguien desconocido se acerca a su territorio.


¿Quién anda ahí? Los ladridos que se interrumpen, con intervalos más o menos largos entre uno y otro, significan que el animal quiere averiguar quién o qué está merodeando por su lado.


¡Se acabó! Cuando un can quiere poner fin a una situación que le desagrada, modula un ladrido agudo y muy breve. En ocasiones también es un imperativo: "Necesito salir a la calle" o "me muero de hambre".


(MAS INFORMACION SOBRE EL LADRIDO)

Un ladrido normal, que avisa a sus propietarios de irregularidades no sólo es normal, sino útil e incluso saludable para el perro. Sin embargo, los dueños que permiten que sus perros ladren excesivamente están creando un problema para el público y pueden ser denunciados, además de crear un rechazo por parte de sus vecinos. Vamos a ver por qué se produce este hecho y qué formas tenemos para reducir e incluso eliminar el ladrido excesivo, haciendo al mismo tiempo que el animal no sufra estrés y tenga una mayor y mejor relación con sus dueños.


Los perros ladran por muchas razones. Algunas razas de caza, como el Basset Hound y los Terrier, los utilizan para que ladren mientras comienza la caza, y otros como el Husky, el Alaskan y el Samoyedo aúllan, para estimular y dirigir a la manada. Eliminar este comportamiento heredado en estos perros puede ser difícil.

Otros perros ladran por miedo o por ser muy territoriales. Si nosotros instalamos a nuestro perro cerca de la valla, en aceras muy transitadas o lo sometemos a otros estímulos excitantes, ladrarán mucho. Muchos perros ladran excesivamente por aburrimiento, soledad o ansiedad.

Si nosotros actuamos sobre estas causas permitiendo que jueguen con compañeros, con sus juguetes, colocándolos en zonas poco transitadas y eliminando otros estímulos podemos conseguir que dejen de ladrar.


Lo primero que debemos hacer para corregir los ladridos excesivos es, como en cualquier problema ya sea psíquico o físico, identificar la causa de la conducta del perro. Entre las causas posibles podemos encontrar:
La soledad:


Se trata de la causa más común. Los perros son animales de grupo, tienen un comportamiento social y deben tener compañeros para sentirse seguros. En nuestra sociedad, su familia humana es como un grupo de perros. El perro al que se le mantiene exclusivamente fuera de nuestra vivienda, se le separa de su familia y se siente con ansiedad y aislado. Ladra para expresar su soledad. La mejor solución para esta situación es permitir que el perro viva dentro. Si esto no es posible debido a alergias u otros obstáculos graves, un segundo perro puede proporcionar la idea de pertenencia al grupo del perro que ladra. Sea prudente al seleccionar el segundo perro y escoja una raza tranquila con poca o nula predisposición al ladrido excesivo. En todo caso, debemos de pasar algún tiempo con ellos para que se sientan integrados en un grupo y tengan un comportamiento social normal.
 Territorialidad / miedo:
Otros perros ladran porque los estímulos exteriores los agitan. Ser ubicado en una acera ocupada, debajo de una escalera, en un campo de juegos o en áreas de alta actividad humana causará que los perros ladren para proteger su territorio o por miedo a extraños. Trate de encontrar una ubicación en su propiedad donde el perro esté lo menos expuesto a estos estímulos. Proporciónele una caseta para que se retire a descansar si lo desea. Nunca deje a su perro en una zona donde pueda ser molestado por niños o personas que pasan continuamente. Estas situaciones hacen que los perros tengan miedo o sean excesivamente territoriales y puedan provocar agresiones o molestias a las personas que pasen cerca de ellos.
Falta de socialización:

Los perros bien socializados ladrarán menos. Han sido expuestos a una variedad de situaciones, a la gente, a otros animales, a ruidos, a coches, etc. y están adaptados a comportarse equilibradamente y por tanto es menos probable que ladren por miedo o por protección. Los perros bien socializados viven dentro de casa donde forman parte de la familia y aprenden, diariamente, lo que es un comportamiento aceptable. Ellos se sienten confortables alrededor de gente nueva y situaciones nuevas. Todos los perros deben ser expuestos positivamente a situaciones nuevas y recompensados por su buen comportamiento (refuerzo positivo).


Proporcione distracciones:
Si su perro ladra mucho cuando se queda solo, puede ser debido a un problema de aburrimiento o un problema de ansiedad por separación. En ambos casos la terapia más adecuada es llamar su atención para que se distraiga y esto podemos conseguirlo dejándolo con juguetes variados que le tengan entretenido.


Si el juega con los juguetes estará demasiado ocupado para ladrar. Los juguetes utilizados deben cumplir ciertas funciones: que no sean tóxicos, que entretengan al perro y que no pierda su interés rápidamente. Estas propiedades las tienen los juguetes Kong, que se pueden rellenar con comida de perro o con galletitas. Congelando los Kong hacemos que las galletitas y el pienso duren más tiempo y tendrán entretenido a su perro durante horas.
Debemos cambiar estos juguetes para que el perro no se aburra por tener siempre los mismos, además debemos dárselos como un premio cuando nos vamos, así de esta manera estará más entretenido y no nos destrozará la casa, ni ladrará, ni se aburrirá.


Adiestramiento:
Eduque a su perro para evitar que ladre excesivamente.
Nunca acaricie ni tranquilice a su perro si ladra por miedo. Esto reforzará su comportamiento de ladrar, que es el que usted trata de evitar. Reprima el ladrar excesivo. Cualquier reacción positiva que él obtenga reforzará su conducta y hará más difícil su control.


Si su perro ladra pidiendo algún juguete, una galleta, sacarle de paseo, etc. No ceda a sus demandas y no recompense la conducta indeseable. Espere hasta que se haya callado para darle su recompensa.
Enseñe a su perro la palabra ‘Silencio’ o ‘No’ para que sepa que es una orden y así sepa que tiene que hacer. Para enseñar ‘Silencio’ o ‘No’ a su perro usted necesitará producirle un estimulo negativo que puede obtener con un rociador lleno de agua con zumo de limón. Cuándo su perro ladre y no deba hacerlo, rocíele la boca y diga ‘Silencio’ con un tono de voz fuerte. El sabor será una respuesta negativa a ladrar y él aprenderá a dejar de ladrar para evitarlo. Este método se debe usar a los 2-3 segundos de ladrar o no tendrán efecto.
Acaricie y recompense a su perro cuado él esté callado. Los perros quieren complacer y aprenderán que complacen cuando están callados. Cuando el perro es expuesto a un estímulo donde en cualquier otro momento habría ladrado, pero decidió no hacerlo como usted le enseñó, recompénselo con caricias, galletitas y prestándole más atención.
Nunca golpee, maltrate o mantenga la boca de su perro cerrada. Esto sólo enseñara a su perro a tenerle miedo y puede causar más problemas como que ladre más por miedo o, incluso, que ataque. La manera apropiada de reducir los ladridos es identificar la causa y enseñar al perro que no es una conducta aceptable.

Recuerda que es tu responsabilidad como dueño enseñarle un comportamiento aceptable y reprimir las conductas indeseables.


¿Por qué gruñes?


No todos los gruñidos pueden ser interpretados como una amenaza. Esta forma de expresión incluye desde el placer extremo hasta la ira más salvaje.


La estoy pasando de maravilla: cuando un perro gruñe suavemente y su expresión no deja al descubierto los dientes, sólo puede ser síntoma de placer. Más aún cuando los gruñidos se mezclan con ladridos entre cortados.


Tengo miedo: los canes sólo conocen una forma para expresar temor o inseguridad, y ésta consiste en emitir gruñidos irregulares que van variando la intensidad.


Apártate de mi lado: un perro enojado que quiere lanzar una advertencia a su contrario emitirá un gruñido suave y constante. Según va subiendo la frecuencia, aumenta la amenaza hasta llegar a un gruñido sonoro, con colmillos descubiertos y actitud amenazante: el combate va a empezar.


Mensajes en forma de aullidos


Hay aullidos que sobrecogen, y otros que sólo se emiten para llamar la atención:
¡Cómo me duele!: si a un perro le pisan el rabo, emitirá un aullido alto y muy breve, equivalente al ¡ay!, humano. Es la respuesta a un dolor que le ha llegado por sorpresa.


Me muero de miedo: exactamente igual que el anterior pero acompañado de actitudes temerosas (encogimiento, rabo oculto...)


¡Quiero jugar!: cuando los aullidos son repetitivos, entrecortados y se emiten en un tono ascendente, el perro intenta llamar la atención del amo para que éste se una a la diversión.


Gemidos que dan pena


Esta expresión generalmente va acompañada de gestos lastimeros y ojos caídos. Es el lenguaje propio de los cachorros y, en realidad, tiene un único sonido y tres interpretaciones: hambre, frío o miedo.


Para averiguar qué sucede, es necesario apoyarse en factores externos: bajas temperaturas, estado de soledad... Cuando el que gime es un adulto, tiene otras connotaciones: lo más probable es que esté desando jugar o que tenga necesidad de salir a la calle.
 Suspiros: decepción o placer


No hay vuelta de hoja: un suspiro significa decepción o placer.


Cuando el aire se expulsa con los ojos abiertos, el perro está manifestando su decepción: algo que él estaba seguro de que iba a ocurrir, no ha sucedido. Si, por el contrario, el animal entrecierra los ojos, su estado es de total felicidad: todo lo que lo rodea le produce placer.

 Rugidos y poder


El rugido es el lenguaje de los ejemplares de caza, que así demuestran su poderío y seguridad. Es difícil que un perro de compañía los emita, aunque no es imposible. Si el rugido va acompañado de aullidos, el animal está diciendo algo así como "aquí estoy". Los canes muy mimados que se enfrentan a una situación de disgusto intentan, de esta forma, salirse con la suya

PROBLEMAS DE ADAPTACIÓN DEL PERRO (LA SOLUCION NO ES EL ABANDONO)

PROBLEMAS DE ADAPTACION DEL PERRO


Desde hace 15.000 años las técnicas de adiestramiento han servido para aprovechar los instintos del perro y ponerlos al servicio del hombre. Estas técnicas imprimen de forma natural y coherente las pautas de una relación jerárquica entre el dueño y el perro, en la que es el primero quien manda y el animal el que obedece.

Pero hoy la necesidad del propietario es otra: hacer del perro un animal de compañía que no genere problemas de convivencia. Por ello, cuando alguien acude a los servicios de un adiestrador profesional lo hace porque, aunque lo haya intentado durante un largo periodo de tiempo, no puede controlar al perro y está decidido a quedárselo.
Otras personas, ante las molestias que les ocasionan estos comportamientos, optan por deshacerse del animal, regalarlo e incluso sacrificarlo. Así, en España se abandonan 200.000 animales de compañía al año entre perros y gatos, según denuncia la asociación Acogelos.org . El 47% de estas mascotas han sido regaladas y de ese porcentaje se estima que hasta el 30% es abandonado.


Shiva Sánchez, encargada de la sección de perros de la Asociación Protectora de Animales SOS Bilbao, confirma que la mayoría de los cachorros se abandonan "por falta de paciencia". Y es que desde esta asociación, que colabora con las perreras de Bilbao y de Santurtzi, consideran que las mascotas necesitan, por ejemplo, en cuanto a limpieza, las mismas enseñanzas que los niños, con la diferencia de que a los perros no se les pone pañal. "De igual manera hay que instruirles poco a poco, y no es que no aprendan, es que nadie les enseña".
Las conductas que suponen problemas para los propietarios son subjetivas, ya que a una persona puede molestarle que su perro sea demasiado efusivo mientras a otra las muestras de cariño pueden parecerle su mejor cualidad, explica Enrique Solís, director de LealCan.com . Pero por lo general entre los problemas de conducta más comunes destacan los siguientes:
•Los hábitos higiénicos y de eliminación inadecuados, como hacer sus necesidades dentro de la casa.

•Que el animal no sepa comportarse bien en los lugares públicos.

•Los ladridos molestos, por ejemplo cuando un perro desde el balcón ladra siempre que pasa un vehículo o una persona.

•La rotura de muebles y enseres, debido a un afán de mordisquearlo todo, a veces porque se aburren.

•El miedo, por ejemplo a otros perros.

•Fobias a las personas o al mundo exterior en general.

•Sobredependencia de alguien en particular, puede ser para ir a pasear por ejemplo.

•Mordiscos y agresiones a otros perros o a personas.

Existen otros muchos problemas de comportamiento en los perros, como los relacionados con la conducta sexual y la alimentación. Para establecer un diagnóstico, como primer consejo, Enrique Solís recomienda acudir siempre al veterinario. "Cuando éste descarte que se trata de un problema físico es cuando habrá de actuar el educador canino".
Tatiana Ros, etóloga (veterinaria especialista en comportamiento animal) de un centro clínico veterinario de Granollers (Barcelona) ratifica que es muy importante seguir este protocolo, ya que numerosas patologías se manifiestan mediante problemas conductuales.


ANSIEDAD POR SEPARACION (CONOCER Y ACTUAR)

Qué es la ansiedad por separación

La ansiedad por separación, se define como la angustia que se presenta en un perro, al separarse de su figura de apego. El apego es el lazo emocional de un individuo por otro, que lo lleva a procurar la cercanía física hacia la figura de dependencia, sea el dueño u otro miembro de la familia. Las conductas de apego son naturales entre los animales sociales, que viven en manadas, permitiendo la cohesión de grupo entre cada sus miembros, lo que favorece su supervivencia. Sin embargo, un apego excesivo (o "hiperapego") puede darse por mecanismos inadecuados de adaptación durante la formación del carácter de un perro, dando como resultado una dependencia demasiado fuerte y como consecuencia el pánico a estar solo.


Los comienzos


Durante el desarrollo de un cachorro, hasta la 6ª semana, se va promoviendo e intensificando el apego natural de éste por su madre; pero entre la 6ª Y 8ª semanas, se presenta una etapa conocida como el "desapego primario", en el que la madre forza a su camada a pasar cada vez mayor tiempo solos, fomentando su independencia. Al ser este el momento en el que generalmente los perritos son adoptados por sus nuevas familias humanas, en ocasiones hay cachorros en los que no se realiza el desapego de manera adecuada, en parte por los cambios de estilo de vida, de "manada" y las atenciones de sus nuevos dueños. Este proceso también se presenta con frecuencia en perros mayores a las 8 semanas, e incluso adultos, que previamente han sufrido maltratos o abandono, como es el caso de perros obtenidos en refugios o en la calle.


Las conductas propias de la ansiedad por separación tienden a aumentar con la edad, pueden ser recurrentes, y generalmente inician o aumentan de frecuencia cuando hay un cambio en la rutina diaria.



¿Cómo saber si un perro presenta ansiedad por separación?


Los signos clínicos típicos de la ansiedad por separación son los siguientes:
 Antes de que el dueño salga de casa, puede haber una anticipación de la ansiedad, con conductas como: esconderse o recluirse, actuar ansioso o deprimido, seguir al dueño a donde quiera que vaya, tratar de impedir que el dueño salga o rehusar obedecer órdenes.

Durante la ausencia del dueño, pueden presentarse:

- Vocalizaciones excesivas (llantos o ladridos para reunir su manada).
 - Eliminación inapropiada

- Conducta destructiva
 Que ocurren generalmente durante la primera media hora de ausencia del dueño, concentrándose en:

- Puertas, ventanas o aquellos lugares por donde el dueño sale o por donde el perro lo ve partir.

- Objetos personales del dueño, que tienen un fuerte olor de la figura de apego.


En casos más severos también pueden ocurrir otros signos como jadeo, diarrea, vómito, salivación excesiva, autolesiones, automutilaciones, anorexia, inactividad, temblores, etc.


Cuando el dueño regresa, el perro se muestra excesivamente excitable, tarda en calmarse, y nuevamente sigue al dueño conla mayor cercanía espacial posible, tratando de buscar su atención.
 Tratamiento de la Ansiedad por Separación


Es importante, sobre todo, considerar que NO se trata de un problema de falta de educación o inteligencia por parte del perro, o de venganza contra el dueño que lo deja. Un perro con ansiedad es un perro que SUFRE y se angustia sin su dueño, y que por lo tanto, se le debe enseñar que puede sobrevivir sin tanta atención de su familia o estando solo. La terapia es larga y compleja, puede haber reincidencias, pero el pronóstico es bueno y el tratamiento es MUY viable. El plan de terapia consta de 3 elementos, que son:

Modificación Ambiental:

 - Restringir el acceso del perro a las áreas de eliminación o destrucción inapropiadas.

 - Proveer un sitio de seguridad (cuarto o kennel), que sea un espacio pequeño, que minimice la intensidad de estímulos externos que agravan el problema.

 - Variar los juguetes disponibles.

Modificación Conductual:

1.Estructurar la rutina diaria del perro:


 - Establecer reglas y límites claros y firmes.

 - Que el perro trabaje por cada cosa que quiera.

 - Practicar la obediencia para tener un mayor control del perro.
  - Moderar el apego, promoviendo la independencia:

 - Disminuir las muestras de afecto y el contacto físico.

 - Romper estereotipos de rutinas de salida y llegada, disminuyendo la intensidad de las interacciones con el perro: Ignorar al perro al salir y regresar de casa.

 - Fomentar la interacción del perro con otras personas.

2.Mantenerlo ocupado:

 - Proveer estimulación mental y física

 - Aumentar el ejercicio

 - Utilizar juguetes interactivos, televisión, radio, música, luces, cuando el dueño está ausente.

3.Desensibilización:

 - Confinar al perro en su sitio "seguro".

 - Dar la señal de partidas cortas, usando la "clave de seguridad".



 - Entrar y salir durante periodos cortos, frecuentemente.

 - Dejarlo poco tiempo, antes de que se angustie.

 - Aumentar gradualmente el tiempo de salida.
 NUNCA castigar al perro por reincidencias, o por acciones que realizó durante la ausencia del dueño, ya que no comprende la razón del castigo y esto sólo aumenta mucho más su ansiedad.


Resumen:
  - Establecer reglas y límites claros y firmes.

 - No excederse en las muestras de afecto

 - Que el perro trabaje por cada cosa que quiera

 - Proveer estimulación mental y física

 - Confinar al perro a un sitio "seguro"

 - Entrar y salir durante periodos cortos, frecuentemente

 - Ignorar al perro al salir y regresar de casa

 - Romper estereotipos de rutinas de salida y llegada

 - Aumentar gradualmente el tiempo de salida

www.proyectomascota

Educar al gato (Básico)


Los gatos se comunican en gran parte mediante el olfato. Pero la comunicación entre el gato y las personas es muy distinta, porque la información fluye solamente en un sentido. Nuestro olfato, como mucho, detectará un “mal olor” (principalmente orina y excrementos) pero no será capaz de entrar en detalle, mientras que cuando el gato olfatea y saluda a su amo es capaz de enterarse de todo lo que ha hecho.

Para lograr una buena convivencia es necesario que todo el mundo conozca las reglas del juego y se atenga a ellas. Y en la relación entre una persona y su gato, es la primera la que ha de marcar las reglas. Pero es perfectamente posible lograrlo y evitar que el gato haga siempre lo que le plazca.Por suerte, los gatos son muy adaptables y tienen una gran capacidad de aprendizaje. 

Para obtener buenos resultados con un animal tan independiente como el gato el trato hacia el deberá ser con mucha sutileza.



 
Estas son algunas de las reglas elementales muy sencillas:
  • Reaccionar siempre del mismo modo. Si riñe al gato de formas muy distintas como “¡No!”, “¡Fuera!”, “¡Déjalo!”, “¡Maldito gato!”, etc., lo único que conseguirá es desorientarlo por completo. Emplee siempre la misma expresión, como por ejemplo “¡No!” y su gato enseguida sabrá a qué atenerse.
  • Reacción inmediata. El gato solamente relaciona una mala experiencia con algo que ha hecho en ese preciso instante. Si le riñe media hora después de haberle robado una salchicha, cuando está haciendo tranquilamente la digestión acostado en su cesta, él solamente relacionará su enfado con el hecho de estar en su cesta, y eso le irritará bastante. Si usted descubre alguna travesura demasiado tarde, deberá esperar a la próxima para enseñarle que eso no se debe hacer e ignoraremos el comportamiento sin darle importancia.
  • Premiarlo cuando se porta bien. Los gatos no hacen nada por pura generosidad o para complacer a su dueño, lo único que les estimula es la recompensa. Y ésta no tiene por qué ser siempre algo comestible, también le encanta que lo acaricien o que jueguen un rato con él.
Hay que ser consciente y riguroso. Lo más importante a la hora de educar al gato es ser consecuente con las reglas ya establecidas y no desviarse nunca de ellas. Por ejemplo, ningún gato comprenderá que, si tiene absolutamente prohibido subirse a las camas, hoy pueda hacer una excepción porqué su dueño está enfermo y tiene ganas de acariciarlo. Bastará con que haga solamente una vez una excepción, para que su gato lo interprete como que de nuevo puedo subirse en cualquier mesa cuando el quiera.


Los castigos son un punto muy delicado en la educación de un gato. Por una parte, porque es difícil saber que el animal realmente se da cuenta de cuál es el motivo por el que se le castiga. Y por otra, porque el gato puede reaccionar mostrándose cada vez más desconfiado hacia usted, especialmente si los castigos son frecuentes.

Por lo tanto, lo mejor es no llegar nunca a las manos. Es preferible asustarlo con un grito o palmeando con las manos en el momento en que lo encontremos haciendo algo mal. También puede ser eficaz asustarlo con el chorrito de una pistola de agua. Lo ideal sería que el gato no relacionase el castigo directamente con usted, sino con el lugar que le está prohibido y con el agua que no sabe de donde le viene llega a entender que lo que está haciendo siempre tiene malas consecuencias para el, asi que dejará de hacerlo.








http://www.mundoanimalia.com/articulo/Como_educar_gatos_facilmente

AGRESIVIDAD CANINA

Lo primero que hay que saber sobre la agresividad canina es que es uno de los problemas de comportamiento más comunes y que tanto se da en machos como en hembras, independientemente de su raza. A su vez es uno de los problemas de comportamiento que más preocupan a los propietarios.
Esta agresividad, que es una conducta natural de los perros ya que permite regular las relaciones entre los miembros de una manada, y asegurar su supervivencia, puede suponer un grave problema en el entorno doméstico. Ya que el perro al ingresar a nuestra familia nos ve como parte de su manada y por lo tanto se comportara con nosotros como lo haría con una manada de verdad. Por este motivo debemos rápidamente mostrarle quienes están por encima de él y que es lo que se puede o no hacer.

Puede ocurrir que un perro sea agresivo con las personas con las que no tiene familiaridad. Normalmente los perros tienen mayor propensión a atacar a los hombres y no a las mujeres. Esto se debe a que el hombre, por su volumen y sus sonidos más graves, parece más peligroso para el perro. Además, los movimientos y juegos del hombre suelen ser más bruscos y toscos lo que puede asustar al perro. Por ello es importante que el acercamiento al animal sea suave, amable y cariñoso.

Por otro lado existen casos de agresividad territorial hacía toda persona extraña que se acerca a su territorio o a sus propietarios. La intención del animal es proteger su territorio y a sus amos.

Éstas reacciones agresivas se deben fundamentalmente a que el perro no tiene un buen nivel de socialización. Para evitar este tipo de agresividad es importante criar al cachorro en contacto con personas de diferentes sexos, edades, tamaño, etc. Si el perro ya es adulto debemos tratar de premiar el buen comportamiento en vez de castigar su mala conducta. Si castigamos al perro cuando aparece un extraño el animal asociará a los extraños con el castigo y querrá alejar a cualquier persona que se le acerque.



Tipos de agresividad:

Agresividad competitiva:


1. Los perros mostrarían hacia las personas muchas de las pautas de conducta que son propias de la organización social de los cánidos, dichas pautas incluyen el establecimiento de relaciones de dominancia, que el perro crearía con cada una de las personas con las que convive normalmente.
2. La relación de dominancia empezaría a establecerse durante el período de socialización y juvenil. La conducta de juego y muy especialmente el resultado de situaciones de competencia entre el perro y cada persona determinarían la relación de dominancia. Por tanto, el perro podría ser dominante respecto a algunas personas y subordinado frente a otras. La agresividad competitiva o por dominancia se mostraría sólo hacia las personas que el animal percibe como subordinadas. La conducta agresiva aparecería cuando la persona en cuestión se comportara como dominante.
3. La tendencia de cada de animal a mostrarse dominante dependería en parte de factores genéticos y sería más marcada en machos que en hembras. Esta tendencia propia del perro se convertiría o no en un problema de agresividad en función de la respuesta de cada persona

Agresión Predatoria


Es la agresión dirigida a lo que el perro toma como una presa. El ejemplo típico sería los perros que persiguen a los ciclistas que pasan, o a personas que corren.

Agresión entre machos


Esta es una conducta muy frecuente en las casas donde conviven uno o más perros machos. Es una conducta influenciada por la testosterona y cuando ocurre este problema, una posibilidad de tratamiento es la castración del beta o perro subordinado, ya que con ello, aumentamos mucho más la distancia jerárquica entre ellos. Además, el propietario, debe darle al alfa un trato preferente, esto es, alimentarle primero, darle atención primero y no inmiscuirse en el establecimiento de la jerarquía canina, tratando de separar y zanjar cualquier disputa de rango entre ellos. En los casos en que el propietario no desea castrar a sus perros, existe la posibilidad de medicar a los perros con hormonas (progestágenos) pero en general, aunque la medicación surta efecto, cuando se deja de usar vuelve a aparecer el problema.

Agresión entre hembras


Esta es una alteración mucho más difícil de resolver que la anteriormente citada porque la influencia hormonal es mínima. Aquí el desencadenante es el no establecimiento de un orden jerárquico entre las perras que conviven juntas que suele ser consecuencia de que el dueño participa e impide el establecimiento jerárquico de ambas perras. Se necesita un propietario que tenga un gran dominio sobre las hembras que se agreden para que pueda inhibir en ellas el deseo de confrontación. Igualmente aunque esto pasara, cuando el dueño no esté presente, es muy probable que las perras peleen, por lo que en estos casos, está indicado el separarlas cuando no puede haber un control por parte del propietario.

Agresión por miedo


Esta conducta se presenta en animales inseguros y de poco carácter que al querer ser tocados por alguien y no tener posibilidad de escapar, se sienten acorralados y muerden. En general nunca producen mordidas graves, pues no lo hacen con convicción. Lo único que buscan es alejar el estímulo que les produce el miedo. Son animales a los que no se los debe tratar con brusquedad. Necesitan una terapia conductual y una medicación para superar sus fobias, y esta debe ser prescrita siempre por un facultativo. Con este tipo de perro, siempre deberemos guardar una distancia de “seguridad” para que el perro no se vea forzado a “atacar”. Siempre hay que dejarle una salida para que no se sientan amenazados y en todo caso puedan huir. Ya sabemos que el perro que se siente amenazado actúa de dos maneras: ataca o huye.

Agresión por dolor


Es una conducta que tiene una función protectora para el animal ya que es un modo de defensa. No obstante, es inaceptable que un animal muerda a su dueño cuando éste, por ejemplo, le está curando. La forma de evitar este comportamiento es habituar desde cachorro al perro a inhibirse ante pequeños dolores que le produzca el dueño al curarle una otitis, una herida, etc.

Agresión territorial


Es una conducta normal en el perro y en muchos casos buscadas por los propietarios cuando desean que sean guardianes de su propiedad. Muchas veces el animal se excede en esta conducta y resulta un problema a solucionar. Es el caso de los animales que intentan agredir a las visitas, carteros, y cualquier persona extraña al núcleo familiar. La educación del perro desde cachorro, es la mejor prevención para evitar esta situación. No se debe fomentar excesivamente esta conducta pues el animal, por sí mismo la va a presentar. Cuando le es fomentado, se torna más agresivo porque quiere satisfacer a su dueño y en general, termina siendo un animal insociable e inmanejable.

Agresión maternal


Es la agresión desarrollada por las perras con cría de pocos días de vida. Está influenciada hormonalmente y depende de la relación que tenga con sus dueños que desarrolle esa conducta con los mismos. Generalmente al mes de haber parido, esta conducta desaparece. Agresión por alteraciones fisiopatológicas Este comportamiento se debe a desórdenes neurológicos, tanto físicos como químicos, a través de las sustancias que intervienen en la transmisión de impulsos nerviosos. Obviamente es un problema de resolución estrictamente médica y son necesarios determinados exámenes veterinarios para llegar a un diagnóstico correcto. También algunas enfermedades hormonales son causantes del comportamiento agresivo de un animal, como por ejemplo, el hipotiroidismo.

Agresión por dominancia


Este tipo de agresión es la más frecuente de todas las conductas agresivas de los perros. Generalmente se observa en machos sin castrar, mayores de un año y medio de edad. Existe una mayor incidencia en los animales puros de raza, que en los mestizos. Esto es debido a que las cualidades estéticas que se premian en las exposiciones caninas, tales como cola erecta, porte alto, cabeza muy levantada, son muy similares a las actitudes y gestos propios de animales dominantes. El hecho de que debido a que somos nosotros los que decidimos quiénes tienen más posibilidades de reproducirse, lleva a una fijación en los genes con estos caracteres potencialmente dominantes. El perro que es agresivo por dominancia, puede serlo con todos o con alguno de los habitantes de la casa.

Para finalizar quiero dejar claro que todos los tipos de agresividad canina pueden ser tratados y solucionados. Lo mejor de todo es prevenir, fomentar la sociabilización de nuestro cachorro es lo más importante, pero si no lo hemos hecho y nuestro perro empieza a presentar alguna conducta agresiva hay que acudir a un especialista para que estudie el caso y solucione el problema, para el bien de la familia y lo más importante el bienestar del perro.

via:sobreperros.com

MI PLANETA (NOTICIAS)